viernes, 8 de noviembre de 2013

El café

El café

24 de octubre de 2013

El café aún está caliente, te fuiste tan de prisa que olvidaste tu cigarrillo encendido junto a ese café, así  como también olvidaste la promesa de amor que juraste cumplirías para toda la vida.

Es cierto que falle, también es cierto que jure amarte para toda la vida. ¿Pero solo yo fui el culpable? ¿Acaso no deberías asumir tu parte? Tal vez debimos hablar como antes lo hacíamos.

Te fuiste dejando todo a la deriva, dejando aquello que era parte de los dos. Todo quedo tal cual lo dejaste, nuestra foto juntos, el cuadro de ese paisaje que visitamos, las sabanas que ocultaban nuestro amor al mundo.    En fin dejaste casi todo. Y digo casi, pues te llevaste mi corazón, mis ganas de vivir, mis ganas de amar.

El café se enfría, el cigarrillo se apaga, una última parte de ceniza cae al piso.  Mi alma se muere lentamente, el dolor va ganando espacio en este cuerpo vacío. ¿Pensaste en lo que sería el mundo, mi mundo sin ti?

Debería tomarme ese café frio y amargo como tu adiós y fumarme la última parte de ese cigarrillo como si fuera el último beso, el beso de tu olvido.